Pero como me gusta llevar la contra, inclusive a mí mismo, voy a escribir un post lleno de cosas.
"No sé ni como llegué acá. Sólo se que tengo que escribir. Tomo un trago de whisky y sigo trabajando. Una pitada de mi cigarro y todo estará mejor. Se me antoja café. No me importa, prefiero el alcohol.
Escribo. Escribo éstas palabras. Estoy resfriado. No hay auto. No. Siento que me estoy enamorando lentamente. No se de quién. Sé que lo estoy haciendo. Siento cosquillas en el estómago, y siento felicidad. Estoy contento, sin saber porque. Estoy enamorado, pero no se de quién.
“Idiota, el cosquilleo estomacal se debe al alcohol que tomaste. Estás por regurgitar.” Me dice mi inconsciente. En efecto. El balcón parece bien. No le pareció tan bien a ese iluso peatón. Ni que me importara. Jamás me importaron realmente los sentimientos de las personas, no me voy a compadecer de un pobre idiota cubierto de mi alcohólico vómito.
Vuelvo para adentro y sigo escribiendo. Hay algo que me llama a hacerlo. No creo que sea el alcohol, debe ser la cantidad considerable de drogas que recorren mi sistema sanguíneo hace horas. Ya mi cerebro debe estar saturado.
Siempre lo ha estado. Carajo, siempre lo estará."